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viernes, 18 de febrero de 2011

3. La ética del asesor y/o consultor al ejercicio de su actividad profesional.

Todo consultor que aspire a convertirse en un auténtico profesional, debe tener una concepción de la ética y de las normas que habrá de respetar permanentemente al prestar sus servicios a los clientes. En la actualidad no existe un código de ética en México que regule el actuar de los consultores por lo cual debemos apegarnos al código de ética de nuestra profesión, a nuestros valores personales y sistema de creencias particular; o para el caso de consultores que trabajan en grandes firmas su conducta se encuentra determinada por los valores propios de la firma a la que representa, integrándolos a su sistema de valores y creencias propias.

Ahora bien, la consultoría es una profesión liberal, que dentro del marco de la ética nos permite actuar de acuerdo a las circunstancias determinadas, pero que normalmente no permite la publicidad de los logros utilizando los medios.

1.1. Definición de ética

Ética proviene del griego ethos que significa morada y en sentido figurado la manera de ser, y que después fue traducida al latín moralis costumbre o habito. La ética es la ciencia de las costumbres que van moldeando y formando a los seres humanos; así la ética es definida por su objeto de estudio que son los actos humanos en su libertad y voluntad (Espinosa, 1981). La ética es considerada una ciencia normativa ya que propone reglas de conducta obligatoria como el derecho y la teología; es decir el estudio de la ética propone el estudio de las normas morales que rigen al individuo como parte de su comportamiento ante los demás ante una prescripción de deber ser.

En este punto habrá que definir ¿qué es ético?; como se mencionó los elementos del estudio de la ética son los actos del individuo, la libertad y la voluntad, así como en este caso la prescripción del deber ser a partir de su interacción social con otros individuos y que regulan su actuar. El acto o conducta de individuo será revisada bajo la perspectiva social y las normas que la rigen, en este caso el acto puede ser considerado como bueno o malo y sancionado a manera de rechazo o inadecuación del individuo.

A continuación se delimitan las normas éticas por las cuales se rige la profesión del consultor y las normas éticas del licenciado en administración.

“En la consultoría vendemos confianza envuelta en conocimientos. La ética  empieza con absoluta confidencialidad y continúa con honestidad intelectual” (Sama, 2008:25). Es decir las recomendaciones sugeridas se hacen con objetividad y no con base en lo que el cliente crea con base en sus expectativas, esperando resultados ficticios.

1.2. Normas éticas de la consultoría

La profesionalización del servicio de consultoría tiene su base principalmente en cinco criterios: Los conocimientos teóricos y prácticos, el concepto de servicio e interés social, las normas éticas, las sanciones y; la autodisciplina y control.

Estos criterios regulan y norman, no sólo la conducta del especialista en consultoría, sino a todo profesionista que actúe dentro de los marcos sociales y éticos de su profesión; todo consultor debe hacer muchas elecciones y adoptar decisiones personales sobre qué normas debe respetar y cómo comportarse ante situaciones particulares. Hay que destacar que el consultor tiene una posición de confianza, respecto a los clientes, debido que estos tienen la creencia de que los consultores nunca exteriorizarán una opinión falsa o sin juicio; es decir el cliente deposita su confianza en el consultor para lograr los objetivos de la organización. Así, el consultor se convierte en pieza determinante en la relación con su cliente.

1.2.1.   Los conocimientos teóricos y prácticos

Un punto fundamental dentro de la práctica profesional del consultor son sus dos herramientas básicas: los conocimientos teóricos y prácticos; esto debido a que delimitan su campo de actuación en el desarrollo de su actividad por lo cual el consultor puede abordar problemas o situaciones especificas para sugerir soluciones o consejos específicos.

Así, también determina su actuar y la capacidad para poder aceptar o llevar a cabo trabajos en áreas que no son de su especialidad.

1.2.2.   El concepto de servicio e interés social

El espíritu de servicio es una de las características principales que todo consultor debe desarrollar, este espíritu se fundamenta en primera instancia en la relación cliente consultor, ya que lo que el consultor ofrece son sus servicios de conocimiento, técnica y de asesoría; por lo cual el cliente espera resultados que le permitan lograr sus objetivos dentro de la empresa. El consultor, a su vez parte también de desarrollar un interés social, que va mucho mas del económico, porque las sugerencias que haga tienen una repercusión en el aspecto económico y productivo de la empresa, pero también en las interacciones sociales; aquí hay que recordar que el consultor trata con aspectos humanos y procesos los que se llevan a cabo por un conjunto de individuos.

En el siguiente punto se aborda las normas éticas que rigen la profesión de la consultoría a partir de la definición de las mismas

1.2.3.   Normas éticas de consultor

En la siguiente tabla se pueden apreciar los diferentes ámbitos en los cuales se desarrolla la profesión de consultoría:

Tabla 3. Ámbitos y normas éticas en las que se desarrolla la profesión de consultor

Ámbitos
Normas
Económico
·                   Ahorro
·                   Coherencia
·                   Congruencia
·                   Atender necesidades
Social
·                   Justicia
·                   Solidaridad
·                   Filantropia
·                   Autoridad

Elaboración con base en Espinosa (1981)

Todas estas normas rigen la labor de consultor pero también hay que tomar el cuadro de valores con los cuales el individuo se ha desarrollado en su vida desde la infancia, así como el factor principal de establecer una relación de confianza, de justicia y confidencialidad con el cliente, pero dejando el claro el rol del cliente también en su papel en el desarrollo del proceso de consultoría.

1.2.4.   Sanciones de la comunidad y aplicación

La comunidad en la que el consultor presta sus servicios o las agrupaciones profesionales a las que pertenezca marcaran a través de sus propios códigos de ética o de desarrollo profesional, en el cual establecen las sanciones propias de la faltas que puedan surgir de una mala práctica profesional. Las sanciones pueden pasar de una amonestación verbal, la expulsión de la asociación o la inhabilitación del desarrollo de sus funciones profesionales.

La aplicación de la sanción puede estar constituida con base las conductas consideradas no profesionales  ilegales (fraudes, falsedad de información, incumplimiento, etc.)

1.2.5.   Autodisciplina y control

La autodisciplina y el control son esenciales cuando el consultor presta sus servicios, una fuente de la  autodisciplina es la voluntad del consultor de adherirse a una asociación, cámara o instituto, lo que le permite desarrollar métodos de control internos con base en  la observación de las normas éticas de los organismos donde decida adherirse voluntariamente

1.3. Normas éticas del licenciado en administración

La fuente de normas éticas para la carrera del licenciado en administración es el Código de ética expedido por la Federación de Colegios de Licenciado en Administración, A.C. (Conla).

El Código de ética es el conjunto de normas que regulan la actividad profesional del Licenciado en Administración, en las diferentes áreas en que se desarrolla, bien sea en las organizaciones y ante la sociedad en el ámbito de su competencia profesional, con base en valores y principios establecidos por la misma sociedad.

El conocimiento de esta obra es obligado para todo administrador debido a su naturaleza social y profesional. (Conla, 2011)

1.4. La ética en la administración moderna

A continuación se explica esta condición a partir de una serie de citas tomadas del libro del Dr. Omar Aktouf, Mundialización, Economía y Organizaciones: La estrategia del avestruz racional (2001).

La erradicación de toda consideración proveniente de la ética era la condición para el nacimiento de la consagración de la economía como ciencia. Esto abría, simultáneamente, vía a otra bella pirueta intelectual destinada a operar, a su turno, una segunda gran evacuación conceptual tan indispensable como la anterior: el rechazo a la teoría del valor  trabajo en beneficio del valor derivado de la ecuación oferta-demanda .

Pero, se puede convocar (para aclarar el hecho de que el mercado y la concepción individualista – atomistica de las relaciones entre los humanos y del mercado de la economía, no sabrían, en ningún caso, ser compatibles con la menor idea ética), a algunos grandes conocedores de la misma economía tradicional liberal.

Con ello quiero tratar de proceder a una especie de deconstrucción de la manera como se avaló, en los hechos, la evaluación de toda consideración ética en cuanto a la legitimidad del enriquecimiento egoísta indefinido de los unos, frente al empobrecimiento (ineludible reverso de la medalla) igualmente indefinido, de los otros, y, por así decir, de la naturaleza. La ideología de la competitividad fanática que siguió, se volvió tan disfuncional  que es calificada, a menudo por medios muy pensantes, como el Grupo de Lisboa, como un modelo suicida!  Es necesario entonces, si tal es el caso,  que los vectores de este comportamiento, el economismo y el Management  dominantes, terminen por rendir cuentas. En efecto, desde hace ya varios años, muchos de los gurúes del Management  denuncian cada vez más vehementemente lo que llaman fuga de las enseñanzas en gestión hacia abstracciones y sofisticaciones, principalmente económico-matemáticas, que no tienen que ver con las realidades de las empresas. Paralelamente, los expedientes que  se pueden leer en las revistas y la prensa para el gran público, expresan la amplitud de las decepciones suscitadas por los altos diplomados en Management acerca de sus empleadores.

1.5.       Certificación

Un punto importante a resaltar es el de la certificación de la profesión de consultoría, en el contexto globalizador y competitivo, el establecer parámetros de desarrollo de habilidades y su validez en el contexto de buenas prácticas; estas suponen el desarrollo de técnicas y habilidades que son reconocidas por organismos internacionales, por ejemplo la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

Este organismo basa sus certificaciones en la principal herramienta del consultor: el conocimiento técnico;  pero el análisis de la certificación estriba en la evaluación de este conocimiento por lo cual se requiere el análisis de las asociaciones de consultoría locales. Así, esto crearía aspectos regionales para la certificación como el caso de la Union Europea, norte, centro y Sudamérica, que de alguna manera limitarían el actuar del consultor si no esta dentro de alguna asociación internacional.

En la actualidad nada obliga a los profesionistas a certificarse, ya que las leyes profesionales conceden libertad, ahora bien la certificación ofrece un valor agregado no para el consultor sino para el cliente, ya que hay que recordar que el principal elemento de la relación con el cliente es la confianza y las certificaciones dan esta confianza al cliente, ya que avalan el conocimiento y práctica del consultor

Ahora bien a este respecto la pertenencia, la cual tampoco es obligatoria, permite al consultor a integrarse a otro aspecto como lo es la mejora profesional a través de congresos, cursos, diplomados y seminarios.

1.6.       Mejora profesional

La mejora profesional supone el incremento de las habilidades y el desarrollo de nuevas competencias en la profesión de consultoría, una ventaja es la actualización del conocimiento técnico el cual se va enriqueciendo con las nuevas tecnologías, investigaciones y metodologías de aplicación.

1.7.       Conclusiones

La tendencia actual en la consultoría se orienta hacia una mayor comprensión de las consecuencias sociales de las decisiones gerenciales y hacia un aumento de la responsabilidad social de los directores y gerentes. Sí el consultor considera pertinente, dentro del marco de su ética profesional, no tolerar al cliente, no debe dudar en rechazar e interrumpir los servicios que este prestando. “Las empresas tradicionales se basan en la intuición o se apoyan en los resultados alcanzados, sin considerar las perspectivas o la calidad de los equipos directivos. Hoy en día este planteamiento no es suficiente para competir y la necesidad de crear un modelo diferente, más participativo, que descanse en las decisiones de los entes que integran a las empresas, no sólo en sus cuerpos directivos, está tomando fuerza” (Carazo, 1998). Y dichos resultados deben estar dentro de un marco ético y responsable que propicie el crecimiento en todas las partes de la organización y por ende los individuos que la integran.

miércoles, 9 de febrero de 2011

UN EJEMPLO DE CONSULTORIA

BIBLIOGRAFIA

BIBLIOGRAFIA
Oficina Internacional del Trabajo; con la dirección de Kubr, Milan; 1995; La consultoría de empresas, guía para la profesión, Ginebra Suiza; Limusa; Pág. 3
Evans Velázquez, Juan Carlos; consultoría administrativa: análisis y perspectivas; México, D.F.; Tesis ITAM; Febrero 1993.
Carazo, Luis Ramón; 1998; Decidamos como accionistas,  Revista Mundo Ejecutivo; Núm. 233 Septiembre, Sección consultoría.
CNEC; 1996; Plan estratégico 1996-1999, pág. 1.
OUCHI, William; Teoría Z, Como pueden las empresas hacer frente al desafío japonés, pág. 93, Addison - Wesley Iberoamericana, 1986
MUNDO EJECUTIVO; Núm. 233 Septiembre 1998, Sección consultoría, Confíe en los expertos, Carlos Bonilla
F. Merril, Harwood. Clásicos en Administración pág. 209, México, D.F.  Limusa, 1990

EL CAMPO DE ACTUACION

1.  El campo de acción de desarrollo de los consultores y asesores

El campo de actuación del consultor es ilimitado ya que este no solo se circunscribe a la esfera de los negocios, el campo de acción de la consultoría abarca desde la medicina, psicología, imagen, eventos. En el tipo de consultoría que interesa es en el ámbito de gestión de negocios, procesos y mejora estratégica.
La consultoría la puede prestar un ingeniero o un contador, o cualquier profesionista especializado, pero el caso del Licenciado en Administración es particular dado que él puede fungir como consultor en jefe dada su capacidad de trabajo como coordinador de grupos multidisciplinarios.

1.1.        La necesidad de contratar un consultor

¿Cuándo surge la necesidad de contratar un consultor? Esto se puede observar en los siguientes puntos:
·      El consultor no está inmerso en la problemática, por lo que puede ofrecer soluciones objetivas. La visión externa es de gran ayuda para las empresas.
·      “Nadie es profeta en su tierra”. Un consejo de personal externo, tiene más valor que el del personal interno.
·      Resulta más económico contratar servicios de consultoría que crear áreas especializadas.
·      El consultor tiene experiencia en la solución de problemas de distintos tipos en distintas organizaciones.
·      El consultor cuenta con un punto de vista independiente, pues tiene varios clientes.
·      Los servicios del consultor son flexibles y adaptables a las necesidades de la organización.
·      El consultor cuenta con experiencia en el desarrollo de proyectos especiales.
·      El consultor cuenta con un importante acervo de datos acerca de todo tipo de información conveniente para la empresa.

1.2.       Habilidades y aptitudes del consultor

El consultor-administrador no solo debe ser considerado como un profesional con conocimientos generales; sino como un coordinador capaz de dirigir grupos multidisciplinarios, evitando así la competencia con otras áreas especializadas (contaduría e ingeniería por ejemplo) que son reconocidas por  prestar este servicio. Llegar a ser un consultor supone una decisión de importancia y de tener una capacidad de análisis sobre las organizaciones con un enfoque dinámico, y no como sistemas estáticos; como unidades cambiantes de acuerdo a las condiciones internas y externas.
Aquí se encuentra una cuestion relevante para todo aquel que quiera ser un consultor: ¿Qué cualidades o competencias se deben desarrollar para ser un consultor de empresas? Respecto estas competencias que debe desarrollar un consultor se pueden clasificar en dos categorías:
A) Las intelectuales (o aptitudes), y;
B) Los atributos personales (o actitudes).
Dentro de las cualidades intelectuales se encuentra que los profesionistas dedicados a la consultoría deben contar con capacidad de aprender de los demás y saber evaluar lo qué los demás nos están tratando de decir, cualidad que todo profesionista dedicado a su área debe tener presente para la realización de su función, tomándolo como un principio fundamental para la prestación de cualquier servicio, ya sea de consultoría o dentro de la empresa. Hay que recordar que los consultores profesionales dentro de la organización deben tomar en cuenta los factores con los que tratan y que resultan fundamentales para la profesión y que son:
a)  Los factores culturales; y,
b)  el factor humano organizacional.
Estos  factores se deben tomar en cuenta por el consultor desde que empieza su labor de asesoramiento dentro de  la organización; ya que es su objetivo resolver los problemas que se susciten dentro de la organización, la que se encuentra formada por grupos de individuos, los cuales desempeñan funciones sociales, ritos y rituales que conforman la cultura de la organización en sí, no establecidas en las funciones administrativas.

1.3.       El Licenciado en Administración como consultor

Para llevar a cabo esta tarea un buen consultor debe tener un perfil profesional con las siguientes características:



Tabla 2.  Descripción de los perfiles del consultor y del licenciado en administración


Consultor
Licenciado en Administración
Capacidad para analizar problemas complejos.
Tener conocimiento del proceso de toma de decisiones.
Tiene sentido del clima de la organización.
Tiene como objeto de estudio a las organizaciones
Ser ético.
Ser objetivo y ético
Contar con un sentido de la oportunidad para establecer relaciones personales  multidisciplinarias.
Ser un líder para el manejo de grupos multidisciplinarios.


Elaborado con base en Kubr (2009) y FCA-UNAM (2010)
Como se puede apreciar en el cuadro anterior el Licenciado en Administración está capacitado para la actividad profesional de consultor, inherente a la naturaleza de los planes de estudio de la carrera ya que dentro de las aulas la información recibida es tan variada que podemos trabajar con otras áreas del conocimiento aplicables dentro de la consultoría. Es decir el mejor candidato para llevar a cabo las mejoras a una organización es precisamente el encargado de su estudio y por su preparación educativa el  Licenciado en administración es el indicado. Es hasta estas fechas que la consultoría está considerada dentro de los planes de estudio, con la finalidad de que el egresado no ignore esta área dentro de su campo de actuación.
El Licenciado en Administración tiene por objeto de estudio a la organización, sus áreas, procesos y aplicación de recursos; enfocado principalmente dentro de las áreas funcionales de la misma: producción, finanzas, mercadotecnia y recursos humanos, estancándose solo para laborar dentro de la organización con los sistemas ya determinados por la misma, sin que el Licenciado en Administración se preocupe en volver eficientes los modelos ya establecidos, o reinventándolos. Esto también se debe a la inercia al cambio que ejercen los mandos ejecutivos de la organización, así como a carencias culturales de nuestro país. Como se mencionó anteriormente, es con los individuos que forman y dirigen las organizaciones, con los que el consultor debe tratar, antes y durante la realización de su función dentro de la organización.
Sin embargo la consultoría para las diversas profesiones que la llevan a cabo, la conceptualizan como una actividad meramente complementaria de su actividad principal, es decir los profesionales ven en la actividad de consultoría no un estilo de vida sino una forma complementaria del desarrollo de su actividad profesional.

1.4.       Roles del consultor

El desarrollo de la consultoría y su campo de actuación pueden abarcar diversas áreas, siendo el servicio de consultoría un intangible, el cliente necesita tener la seguridad y certeza del tipo de servicio que necesita, y el que va a recibir. A su vez el consultor debe tratar de cumplir y satisfacer las necesidades de su cliente por medio de su producto. “En consultoría el producto es el consejo dado al cliente o, sí se destaca la aplicación, cabría decir que el producto final es el cambio que se ha producido realmente en la organización cliente gracias a la intervención del consultor” (OIT, 1995:3).
Por lo que el consultor juega un papel muy importante, para influir dentro de la organización cliente en la solución de los problemas que la aquejen, siendo principalmente los siguientes:
a)    Defensor: El consultor trata que el cliente participe de manera activa en la solución del problema.
b)    Experto técnico: En este papel el cliente es el responsable de determinar su problemática, asumiendo el consultor un rol directivo; al finalizar la exposición del cliente, el consultor explica la metodología a usar, familiarizando al cliente con el procedimiento a seguir, coadyuvando en la realización de las recomendaciones.
c)    Capacitador educador: El consultor inicia, periódicamente una capacitación y educación dentro de la organización cliente. Debido a los cambios que habrán de realizarse, es necesario que el consultor explique el grado en que afectan a los miembros de la organización.
d)    Colaborador en la solución de problemas: La función de ayuda se basa en el enfoque sinergético (cooperativo) colaborar con el cliente en los procesos de conocimiento y de adopción de medidas necesarias para resolver el problema, cuidando siempre de mantener la objetividad.
e)    Identificador de opciones: El proceso de toma de decisiones toma valor en el momento en que una depende del logro de los objetivos, el consultor propone varias opciones bien especificadas, y al mismo tiempo indica sus riesgos, al final el cliente evaluará las opciones que le sean más convenientes a sus posibilidades en cuanto a recursos se refiere.
f)     Especialista en procesos: Este papel del consultor está especializado en la dinámica entre personas y grupos que afecta al proceso de solución de problemas  y cambio. Es decir debe tener un conocimiento de la interacción dentro de los grupos, sus objetivos y sus diferencias con la finalidad de estructurar estrategias para estructurar cambios sin afectar a los grupos.
g)    Estimulador: Cuando se actúa de modo estimulador, se induce a que el cliente haga preguntas que provoquen una reflexión y que pueda ayudar a dilucidar, rectificar o cambiar una situación dada.
Como se puede observar en los diferentes papeles del consultor, este profesional debe tomar en cuenta y hacer participar al cliente en el proceso de consultoría, apoyándose a su vez en él para obtener información de primera mano y poder lograr los cambios necesarios, adecuados y coherentes.

1.5.       Áreas de oportunidad para el desarrollo de la consultoría administrativa

Dentro de la consultoría existen diversas oportunidades para que el administrador especializado en la consultoría pueda desarrollarse, estas han sido esbozados en tres diferentes categorías dependiendo de las necesidades del empresario.
a)    Ayuda técnica: Los consultores proveen ayuda técnica con la finalidad de capacitar a los empleados o mejorar sistemas implantados.
b)    Actividad comercial (rentabilidad): El consultor especializado en actividades comerciales tiene que ver principalmente con el flujo de efectivo. De un momento a otro muchas organizaciones enfrentan disminuciones en sus fondos disponibles.
c)    Recaudación de fondos y proyectos de inversión: Así como las organizaciones necesitan aumentar su flujo de efectivo, también requieren de aumentar su capital. Las organizaciones más pequeñas frecuentemente requieren ayuda para propósitos de crecimiento y expansión.
Es de vital importancia que el administrador consultor de una mirada no sólo a la gran empresa sino a la micro, pequeña y mediana empresa.
“El consultor puede identificarse como un profesionista debidamente calificado en educación, experiencia, y habilidad técnica, y que está por los mismos atributos, en condición de asistir y ayudar desde un punto de vista estrictamente profesional en la localización y solución de diferentes problemas inherentes a la organización, planeación, dirección y control de una empresa” (Evans, 1993:4). Por último es necesario recordar que cuando un cliente contrata a un profesionista; en este caso a un consultor, demanda básicamente tres cosas: Competencia; responsabilidad; y deseo de servicio.
La tendencia actual en la consultoría se orienta hacia una mayor comprensión de las consecuencias sociales de las decisiones gerenciales y hacia un aumento de la responsabilidad social de los directores y gerentes. Sí el consultor considera pertinente, dentro del marco de su ética profesional, no tolerar al cliente, no debe dudar en rechazar e interrumpir los servicios que este prestando. “Las empresas tradicionales se basan en la intuición o se apoyan en los resultados alcanzados, sin considerar las perspectivas o la calidad de los equipos directivos. Hoy en día este planteamiento no es suficiente para competir y la necesidad de crear un modelo diferente, más participativo, que descanse en las decisiones de los entes que integran a las empresas, no sólo en sus cuerpos directivos, está tomando fuerza” (Carazo, 1998). Y dichos resultados deben estar dentro de un marco ético y responsable que propicie el crecimiento en todas las partes de la organización y por ende los individuos que la integran.

martes, 1 de febrero de 2011

¿QUE ES LA CONSULTORIA?

1.  El consultor y/o asesor

La consultoría surge ante la necesidad de volver eficientes los métodos y procesos del área de producción en las organizaciones industriales, las cuales empezaron a desarrollarse durante la Revolución Industrial, conforme fueron evolucionando los procesos productivos dentro de las organizaciones industriales y estos se fueron haciendo cada vez más complejos, los cambios se fueron tornando más decisivos, al grado que se fue requiriendo la elaboración de técnicas complejas para volver más eficientes dichos procesos en todas las áreas de la organización empresarial y que no dependían directamente de la producción fabril; así la consultoría surge con la finalidad de lograr un equilibrio de la maximización de los procesos y ha llegado a evolucionar para el desarrollo de cualquier organización. A continuación se desarrolla una visión teórica a partir de la definición de la consultoría, que durante el transcurso de este trabajo, permita conocer más a fondo el quehacer y las cualidades del consultor.

1.1.       Definición de consultoría

Como primer punto es necesario plantear una definición de consultoría tomando en cuenta tanto a organismos internacionales como nacionales; de acuerdo con la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) la consultoría de empresas se define como un servicio profesional, que proporciona propuestas y sugerencias concretas a los empresarios para resolver los problemas prácticos que tienen en sus organizaciones.
La Cámara Nacional de Empresas en Consultoría (CNEC, 1991) la define como “el conjunto de servicios profesionales que permiten eficientar y agregar valor económico.”
Así se puede definir a la consultoría como un servicio prestado por un profesionista en calidad de asesoramiento, el cual implica la toma de decisiones basándose en observaciones pertinentes con la finalidad de ayudar a las organizaciones en la búsqueda de soluciones o al mejoramiento de procedimientos dentro de sus diferentes áreas (Kubr, 2009); la consultoría surge ante la necesidad del empresario por mejorar y adaptar su organización a los cambios de los ámbitos económico, político y social, que se derivan de los diferentes momentos históricos; los cuales afectan y acentúan la importancia de la profesión de consultor, y ayudan a sentar las bases teóricas de la administración moderna, y a su vez sirviendo como vinculo de enlace entre la teoría y la práctica profesional.
La consultoría es un servicio profesional no importa el ámbito de actuación del consultor, economía, política, de imagen o en el desarrollo de una fiesta o evento público; el mercado de actuación es tan variado como las decisiones que se deban tomar, en este caso hablaremos de la consultoría de negocios.
Ahora para conseguir resultados óptimos durante la realización del servicio de consultoría es necesario considerar dos elementos importantes: la decisión de la dirección general por mejorar la organización y la colaboración que surge de la relación cliente - consultor. Estos elementos hacen que la consultoría nos aporte los conocimientos y las técnicas profesionales para resolver los problemas prácticos de gestión, con la finalidad de ayudar al cliente a discernir las causas más comunes de dichos problemas y enseñar al cliente a abordar los problemas que se le susciten posteriormente.
Así de acuerdo con Ouchi (1986:93) “Cuando un grupo se adentra en un proceso por consenso, se pide a los participantes que realmente depositen parte de su confianza en los demás. Se enfrenten, entonces, a una fusión de destinos individuales. Cada sujeto saldrá de la reunión con la responsabilidad personal de alcanzar metas acordadas colectivamente por el grupo.”
Las empresas deben estar convencidas de la necesidad de realizar mejoras dentro de las áreas de la organización. “Algunas lo hacen mediante los departamentos o direcciones de relaciones publicas con que cuentan sus estructuras; otras más encargan esta tarea a los responsables de mercadotecnia, ventas o recursos humanos; en algunas empresas es el propio director general el que se encarga de esta actividad; y otras las dejan en manos de consultores o asesores externos” (Bonilla;1998). Pero a la vez que la consultoría tiene ventajas para la organización, al mismo tiempo la consultoría en si tiene grandes limitaciones, estas limitaciones se derivan de dos aspectos importantes:
·      Las medidas adoptadas; y
·      el exceso de confianza de la dirección al contratar un consultor.
Entonces, podemos concluir que la consultoría administrativa es un servicio profesional, prestado por personal ajeno (generalmente) o interno a la organización; de tal manera que no es influenciado por las soluciones que él brinde o de los problemas que detecte dentro de la organización, y brindado en calidad de asesoramiento;
William Ouchi (1986:128-129), habla sobre la consultoría en su libro Teoría Z, y menciona: “Siempre me ha parecido difícil convencer a los directivos de la utilidad del método científico. Cuando se pone en práctica una innovación organizacional, deberán realizarse algunas pruebas para corroborar si tuvo los efectos deseados”, así continua; en que una “forma de realizar el examen es invitando a una persona no implicada en el cambio a visitar las operaciones, entrevistar a algunos de los directivos y subordinados y escribir sus impresiones sobre la organización”.

1.2.       Antecedentes históricos de la Consultoría a nivel internacional.

La consultoría de empresas surge durante la Revolución Industrial, siendo esta época donde se realizaron grandes avances tecnológicos, principalmente dentro de los talleres de producción; y por medio de la industrialización se establecieron las primeras líneas de producción, lo cual trajo consigo la constante búsqueda del mejoramiento de los métodos y procedimientos de producción. Los cambios más importantes que trajo la Revolución Industrial fueron:
·      La invención de maquinaria que hiciera el trabajo;
·      el uso del vapor, y después de otras formas de fuerza, en vez del uso de la fuerza humana o de animales, y;
·      la adopción del sistema fabril.
El término revolución significa cambio, y los cambios traen efectos dentro de los procesos; en el caso de la Revolución Industrial los procesos afectados fueron los productivos, que a su vez modificaron los procesos económicos imperantes en esa época, razón por la cual fue determinante el papel que jugaron los primeros consultores en el desarrollo y estudio de la administración. Uno de las principales consecuencias fue la gran cantidad de productos que se manufacturaban y que provenían de un proceso rápido denominado producción en masa, y que se emplea  trabajando en líneas de ensamblaje, siendo este proceso uno de los principales adelantos derivados de los estudios que llevaron a cabo los primeros consultores.
Es durante el siglo XIX, en el auge de la Revolución Industrial, que se inicia la organización científica del trabajo. “Taylor, Gilbreth, Gantt, y Emerson son considerados los pioneros de la organización científica del trabajo, dando empuje a la consultoría. Dándose ésta en una forma más especifica en la productividad y en la eficiencia de las fábricas y talleres, la disminución de los costos, tiempos y movimientos en la organización del trabajo” (Kubr, 2009). Con anterioridad existieron intentos por parte de otros estudiosos de este ramo del conocimiento humano, como Robert Owen (Newton, Gales 1771-1858), cuyo éxito le permitió persuadir a sus amigos a comprar las textiles algodoneras de New Lanark, Escocia. Él intentó operar esas fábricas para mejorar la vida de los trabajadores y ayudar en la educación de sus hijos. Owen manifiesta sus conocimientos obtenidos en su obra “Alocución a los superintendentes de fábricas”. En la cual considera que el personal, la técnica y las partes que conforman toda organización son un sistema y que su obligación es la obtención de máximos beneficios a través de la conjunción de los mismos. Esto fue el principio de lo que el mismo Owen llamaría más tarde Villas de Unidad y Cooperación (hoy cooperativas), El primer intento surgió en 1825 en Indiana, Estados Unidos de América y se denominó Nueva Armonía.
Con el paso del tiempo y la invención de nuevas y más sofisticadas técnicas en la producción fue necesario el estudio del factor humano y sus consecuencias en la producción.  Frederick W. Taylor (Filadelfia, EUA 1856-1915),  se dedico al estudió de las condiciones y métodos de manufactura. Dicho estudio trató de resolver los problemas de eficiencia en los métodos de trabajo utilizados en las líneas de producción de los patios de acarreo de la Bethelem Steel Company, dando así inicio a lo que sería conocida como la administración científica. Con el paso del tiempo y gracias a las aportaciones de Taylor surgieron otros investigadores como Frank Bunker Gilbreth (1868-1972), quién junto con su esposa Lillian, en su obra “La ciencia de la administración enfocada a la mejor forma de realizar el trabajo”, hace referencia a la mentira de que el adelanto y mejoramiento de los sistemas se haga en dejarlos a la deriva ya que, “jamás condujo a la mejor forma de realizar el trabajo, ni una sola vez”. (Merrill, 1990:209).
Gilbreth a través de sus estudios de tiempos y movimientos ayudo a los trabajadores a emplear su capacidad de producción, volviendo eficientes los movimientos en la producción, que público en su primer artículo denominado “Estudio de movimiento”. En el cual hace hincapié en la minuciosidad de “no solo observar cuidadosamente las condiciones presentes, sino “pensar las cosas con detalle”, volver a lo fundamental, y preguntar no únicamente qué es eficaz, sino cómo y por qué lo es...” “...por este motivo la aplicación científica de la administración es una ayuda indispensable para comprender y utilizar los métodos y dispositivos, ya que nos ayuda a determinar qué es eficaz, decide exactamente cómo lo es y explica el por qué”. (Merril, 1990:210) Dos de sus doce hijos describieron los métodos de eficiencia usados por sus padres en dos películas, “Cheaper by Dozen” (1949) y “Belles on their toes” (1950). Taylor y el matrimonio Gilbreth desarrollaron formas de estudio de tiempo y movimientos, los que arrojaron resultados importantes dentro del área de producción, dando como resultado:
·      La producción en serie (utilizada por primera vez en 1913 en la planta Ford de Michigan) y;
·      Los términos necesarios para la clasificación de los movimientos.
Así a través de la evolución del pensamiento administrativo han existido múltiples investigadores, con sus trabajos dentro de las organizaciones, aportando valiosos principios, base del pensamiento administrativo contemporáneo. Refiriéndonos al área de consultoría de empresas propiamente dicha, es a principios del siglo XX, que el interés por esta área se fue desarrollando en otras ramas como lo fue dentro de las organizaciones mercantiles, y ya no tan solo en el área de producción.
Tabla 1. Referencias históricas de la consultoría


AÑO
EVENTO

1914
Edwin Booz creó en Chicago una de las primeras organizaciones dedicadas a la consultoría, la cual es conocida en la actualidad con el nombre de Business Research Service
Periodo de postguerra
La consultoría tuvo su máximo empuje en la reconstrucción económica.
1960
Surgen los grandes despachos de consultoría administrativa, los administradores empiezan a tomar un papel determinante  para la prestación de los servicios de consultoría, esto  se debió a que dichas empresas no tenían la capacidad para satisfacer las necesidades de las organizaciones cliente,
1975
“Se empezó a definir el campo de acción con el que cada profesión contribuiría a las empresas, por lo cual comenzaron a surgir diversas firmas multidisciplinarias que abarcan de manera excelente los distintos problemas que se presentaron en las empresas.” (Evans, 1993)


Elaborado con base en Kubr (2009) y Evans (1993)
Todos los cambios rápidos que se dieron en estas época; desde la modificación tecnología hasta la economía de los países; provocó que la demanda de servicios de consultoría creciera en forma considerable; por ello fue que se propició el establecimiento de un  mayor número de empresas de consultoría, debido a la necesidad que tenían las empresas para adaptarse a los cambios que día con día exige más la competencia en el mercado. De esta forma la consultoría fue abarcando otra gama de servicios, progresó y comenzaron a emplearse nuevas metodologías a los procesos que se llevarían a cabo dentro de las empresas consultoras; por lo que algunas empresas llegaron a ser tan competitivas que se internacionalizaron.
Debido al auge que alcanzaron estas empresas, el proceso de desarrollo de los consultores tomó grandes dimensiones en los países industrializados (Estados Unidos de América, Inglaterra, Alemania y Francia), en México la profesión de consultor no fue reconocida hasta la década de los sesentas. En nuestro país las empresas consultoras están dirigidas hacia la reducción de costos, el manejo de operaciones fiscales, mantener estándares de calidad y tener eficientes líneas productivas; con la finalidad de cuidar los recursos financieros. Por estas razones, en nuestro país la consultoría administrativa no ha tenido gran difusión. Existen empresas consultoras que otorgan los servicios de consultoría administrativa, y solo algunas se especializan en determinadas áreas de la administración; siendo pocas las que otorgan un servicio integral de consultoría.
La Cámara Nacional de Empresas en Consultoría (CNEC), fundada por decreto publicado en el diario oficial de la federación el 19 de abril de 1985; la CNEC tiene como misión: “Fomentar oportunidades de negocio en los mercados doméstico e internacional para beneficio de la consultoría organizada; con base en la calidad de los servicios ofrecidos por su membresía y con el objeto de consolidar una competitiva industria del conocimiento que garantice para México la existencia de una reserva tecnológica propia” (CNEC, 1996). A su vez remarca la importancia de la consultoría en el ámbito nacional, dado que esta es considerada como un agente económico detonador de la “Cadena de proyectos de inversión”; coadyuva a maximizar el grado de integración nacional del crecimiento económico; garantiza una mayor eficiencia y eficacia de la actividad económica; y es un agente promotor del cambio tecnológico.
Actualmente las empresas de consultoría abarcan un número considerable de servicios que otorgan a sus clientes, desde las funciones de dirección hasta el manejo de personal.  Por lo anterior el empresario puede pedirles que resuelvan casi cualquier tipo de problema que exista en su organización ya sea grande, mediana, pequeña o microempresa.

1.3.       Antecedentes históricos de la Consultoría en México.

En nuestro país, la consultoría ha comenzado a adquirir relevancia en varios sectores productivos, aunque con carencia de estructuras, organización y profesionalismo. Esto se debe principalmente a que la misma CNEC, es encaminada principalmente a la ayuda del ramo de la construcción, y se dedica a brindar asesoría a empresas en cuestiones de adquisición y obra pública, además de tener convenios con instituciones nacionales como la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción y el Instituto Politécnico Nacional.
La razón por la cual los administradores no figuran en la cabeza de estas empresas, es por qué toman a la consultoría como una actividad complementaria a sus funciones, o mejor dicho; es algo no rutinario o inherente para ellos, y solamente ejercen como consultores cuando un conocido los llama o recomienda. La mayoría de los profesionistas que ejercen la consultoría como profesión, lo hacen con una mínima preparación y sin más herramientas que la experiencia adquirida, y cuando cuentan con esta experiencia, la ejercen como una actividad adicional. Los Ingenieros y Contadores  tienen conocimientos técnicos que un administrador solo puede conocer si está involucrado en estas áreas.
Esta situación en la que se encuentran los administradores, se acentúa debido a tres factores esenciales:
a)    Inestable situación económica,
b)    una mala cultura empresarial, y
c)    la falta de motivadores para el desarrollo de empresas consultoras
Para llegar a ser un consultor, se requiere de una preparación tanto práctica como teórica, la cual se sustenta, con los conocimientos adquiridos en las aulas y dentro de vida profesional. A continuación se presentan los campos de actuación así como las habilidades que debe tener un consultor y que debe desarrollar el Licenciado en Administración para poder desarrollar la profesión de consultor como un estilo de vida.

1.4. Conclusiones

En conclusión debido a que la consultoría es un servicio profesional de asesoramiento prestado por personal calificado y por medio del cual se buscan de soluciones, prevenir problemas y volver eficientes los sistemas implantados con anterioridad en una organización. También se puede concluir que el objetivo de la consultoría es prestar ayuda en calidad de asesoramiento al empresario para la solución de problemas, o mejora en los procesos de su organización, y que, debido a la falta de visión del empresario, autoriza y responsabiliza al consultor a resolverlos de manera eficiente y objetiva, siendo la finalidad del consultor (no explícita) de enseñar al cliente a evaluar sus decisiones internas. Así, el consultor administrador debe estar consciente de su función social dentro de la empresa, en lo que respecta a sus decisiones no tan sólo en el ámbito interno; también en el externo.